¿ES REALMENTE INJUSTIFICABLE LA HUELGA DE MAESTROS?

En el siglo pasado, un educador brasileño de nombre Paulo Freire nos decía: "La educación no cambia al mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo", y yendo a lo de este artículo, nos preguntamos el porqué del fracaso educativo en el Perú. Ese fracaso que inclusive conllevó a una huelga nacional de tres meses el año pasado, donde miles de escolares se vieron afectados por esta medida abrupta, y sí, yo fui uno de ellos. La facción más significante fue la dirigida por el docente cajamarquino Pedro Castillo Terrones, a la cual muchos políticos y medios indirectamente trataron de satanizar. ¿Que si digo que todos eran santos? Tampoco, pero no nos salgamos del tema. Aquella prolongada interrupción de clases tuvo motivos, y no son los que probablemente ustedes crean, pues pasa que este es un problema que arrastramos mismo saco de papas y camotes desde hace décadas, y nos preguntamos qué fue lo que hizo el Minedu por solucionarlo, ahí es donde brillaron por su ausencia.

La manera en cómo funcionan las cosas dentro del magisterio es turbia. Se pueden ver indicios de corrupción en sus distintos niveles que lo conforman, ejemplo de esto: evaluaciones de ascenso fraudulentas y supervisores de docentes titulados y con experiencia por años solo contando con bachillerato. ¿Los maestros han estado de acuerdo con esas úlceras institucionales todo este tiempo? Por supuesto que no, y eso se refleja en los innumerables testimonios rebatidos entre colegas y los muchos que se pudieron recolectar en la realización de las huelgas. En el caso de las evaluaciones de ascenso, no es posible que a una profesora de inicial le tomen como criterio dominar temas de nivel secundaria o muy generalizados. ¿Qué hace el Minedu de esta manera? No focaliza lo que debería, que es la capacitación constante para la mejora de esa docente en el área que le corresponde. Si va a haber evaluación de nivelación, que sea de una forma más específica en cuanto a los grados o materias que dictan algunos docentes, pues si no estaríamos metiéndolos a todos en un mismo saco y tampoco es así. Bueno, con esto ya quedó claro que los profesores nunca se opusieron a las evaluaciones siempre y cuando se realicen de manera transparente, no con cupos comprados como se ve.
Foto: La República

Cabe acotar que recientemente Marilú Martens, la exministra de educación, recientemente sacó un artículo con respecto a la última huelga donde nos dice que "la inversión en educación es el pilar de nuestro crecimiento y desarrollo sostenido, es uno de los instrumentos más poderosos para reducir la pobreza y la desigualdad". Sin embargo, los planes con inversiones en su gestión no se dieron hasta la presión mediática, los cuales posiblemente continuaron con la privatización de la educación en el país. Y no, las privatizaciones no resultan necesariamente malas, pero estamos hablando de un tema delicadísimo como lo es la educación. Si bien en nuestra historia republicana, la administración estatal siempre fue débil, ¿dando por concesión un colegio por cierto número de años mejoraríamos la situación? ¿Y la mejora garantizaría un espléndido escenario laboral para los docentes? Está de más poner ejemplos de casos de privatización que fracasaron, pero todo marchará bien siempre y cuando no haya conveniencia ni comodines de por medio, los cuales no trabajan para el bien de los escolares, sino por beneficio propio único. Asimismo, en ese mismo artículo trataba de tachar esos intereses políticos de por medio en los huelguistas, entre las tres facciones sindicales que tienen protagonismo en esta problemática. Todos sabemos que la política forma parte de nuestra vida diaria y se le encuentra por todos lados, inclusive cuando no lo pretendemos. En este caso, la exministra estaría buscando una censura total a las quejas de los trabajadores del magisterio, pues sin sindicatos no hay cómo llegar legalmente a sus altas esferas, las cuales se suponen deben poner soluciones inmediatas a los problemas que se acontecen, pues con la educación no se juega. No olvidemos que Martens se aferraba al cargo que tenía antes de salir, ¿habrá sido porque realmente le interesaba trabajar por el país o por el tremendo sueldazo que recibía mensualmente? También me atrevo a decir que el SUTEP no representa en totalidad a los maestros ni tampoco el grupo dirigido por Pedro Castillo, tal como se trata de dar a entender por una parte y la otra, pues ellos les deben su existencia a la libertad de discrepancia yaciente en nuestra sociedad y dentro del magisterio.


En un último punto, queda la cancelación de la deuda social, un problema que se extiende a la época de la dictadura fujimorista. Cuando salió la Ley del Profesorado N° 25212, se establecía en el Art. 48 el pago adicional por horas de elaboración de clases y sesiones, y la ley estuvo vigente hasta el año 2012. Luego fue derogada como si nada, haciendo entender que el pago del monto que planteaba en un inicio se había cumplido, pero nunca fue así. Recientemente han dado rienda a que se haga una cancelación de dicha deuda disponiendo de 200 millones de soles como presupuesto solo para casos judicializados. De esta manera, el Minedu trata de burlarse de todos los docentes que subsisten con los sueldos que tienen y no pueden realizar ese proceso al Estado por el costo económico que tienen. Uno de los puntos de la pasada huelga era ese, y le doy la razón a los manifestantes y promotores. ¿Cómo uno tiene que hacerle juicio al Estado por algo que no estaba bajo su contemplación? Señores, nadie dijo que sacaran esa ley y la incumplieran, además es reverenda payasada hacerla larga con todo este tipo de trámites en los que no siempre gana la parte afectada.

Si las gestiones del Minedu continúan de la misma manera, no podremos hablar de avances ni nada, pues son ellos mismos quienes se ponen cadenas a la hora de intentar hacer progresos, pero progresos de verdad y no pura palabrería como lo han venido haciendo hace décadas.


Comentarios

Anónimo dijo…
Es un tema muy polémico; con aspectos a favor y en contra.